El fuerte


Finalmente llegas a Fort Riley y te encuentras con un recibimiento de varios soldados:
Hola camarada, nos han contado que traes nueva información.
Sí, en efecto. Es esencial que hable con vuestro comandante, pues debo comunicarle todo cuanto he podido aprender en mi misión.
Espero sean buenas nuevas, estamos ya en el fin de la guerra y sería una tremenda desgracia si se tratara de lo contrario.

Te guían hasta el comandante. Mientras tanto intentas inventarte una argucia que pueda hacerte ganar su confianza y que no te tome por exagerado o descubra que eres un impostor antes de que le puedas alertar.
Pasas a su oficina en el cuartel, que tiene un diseño impresionante.

Señor general, aquí está el polizonte que quería hablar con usted.
Buenas, cadete, déjenos a solas.
El teniente os deja a solas, aunque por su gesto, si no estuviera en un ambiente tan disciplinado, seguro que se quedaría poniendo la oreja.
Ojeas la sala atentamente mientras tanto.

Dígame, cabo, qué es lo que me tiene que comunicar con tanta urgencia.
Para hacerte amigo del comandante, te das cuenta de que una de sus grandes pasiones es la decoración.
Wow, lo primero en lo que me he dado cuenta es en el diseño tan bonito que tiene su cuartel.
¿Le gusta? - dice el general, con una mezcla de asombro e ilusión.
Me encanta, la verdad, lo ha escogido usted?
Sí, mire, precisamente ahora mismo estaba eligiendo el último color que añadir a esta pared de aquí. He mirado varios pero no me sé decidir. Sabría usted qué número de color sería el más acertado? Necesito una segunda opinión.
Te apresuras a hojear el folleto de colores a ver qué sacas en claro:
24 7 11 29 12 16 8