Cesta
0
0,00 €
Una vez estás sobrevolando New Orleans, avistas el amplio jardín de la casa el doctor (parece ser que era más rico de lo que parecía) y aterrizas justo en medio. Ha sido un viaje complicado y no sabes qué puedes esperar de tu contacto. Llevas miles de kilómetros detrás en lo que llevas de día. Sin embargo, no hay mejor entrada que esta, ¿para qué llamar a la puerta?
Nuestro hombre científico resulta no ser quien dice ser. Nadie le conoce pero puesto con las noticias, tú descubres quién es.